Windows XP muestra una amplia cantidad de opciones para mejorar las capacidades gráficas del sistema. Si aprovechamos todas las prestaciones, las necesidades de RAM crecerán exponencialmente. Al ajustar los componentes gráficos, podrás conseguir un mayor rendimiento en tu equipo.
Una de las modificaciones a realizar consiste en reducir la calidad del color. Podrás así especificar cuántos colores se van a mostrar en la pantalla. Para ello, haz lo siguiente:
Pulsa el botón derecho del ratón sobre cualquier lugar del escritorio de tu ordenador y selecciona Propiedades.
- Activa la pestaña Configuración y, en Calidad del color, selecciona Media (16 bits).
- Pulsa sobre Aceptar.
El siguiente cambio a realizar se centra en retroceder hacia los formatos de Windows 2000. Para conseguir este aumento en el rendimiento hay que renunciar a ciertas prestaciones, propias de Windows XP. Tendrás que hacer lo siguiente:
- Pulsa el botón derecho del ratón sobre el icono Mi PC que se encuentra en el escritorio. Selecciona Propiedades.
- Activa la pestaña Opciones avanzadas y pulsa, a continuación, sobre el botón Configuración de la sección Rendimiento.
- En la pestaña Efectos visuales, marca Ajustar para obtener el mejor rendimiento.
- Pulsa sobre Aceptar para cerrar propiedades del sistema.
Podrás comprobar, a partir de aquí, que el rendimiento de tu equipo es superior.