Ha ocurrido, ocurre y seguirá ocurriendo, cuando se pone en el mercado una nueva versión del sistema operativo Windows, algunos usuarios sufren problemas en su equipo. Los fallos se generan porque el nuevo sistema obliga a unos requerimientos mínimos en diversos apartados. Estos problemas se enfatizan con la actualización a Windows 8.1, el último, hasta estos momentos, sistema operativo puesto en escena por Microsoft. Los que tenían instalado Windows 8 en su equipo se han decidido a efectuar la actualización (es gratuita), sin llevar a cabo ningún análisis previo. Muchos estaban hartos de haber perdido el botón de Inicio, presente en todas las versiones anteriores, y de otras cuestiones de uso, por lo que no dudaron a la hora de efectuar la actualización, y ahí empezaron los problemas.
¿Qué problemas pueden surgir?
Microsoft exige nuevos requisitos de hardware para que Windows 8.1 funcione en equipos con chipsets de 64 bits. Si tu equipo no soporta estos requisitos, tendrás notables problemas que, en la mayoría de los casos, son irreversibles. Deberás perder todo lo que tienes en tu ordenador y volver a instalar el sistema operativo que tenías desde cero, tras formatear el equipo. Si no quieres sufrir estos trastornos te recomiendo que, antes de proceder a la actualización, examines con detenimiento los Requisitos del sistema de Windows 8.1. De esta forma podrás evitar el castigarte con un tirón de pelos.
Entre los diferentes problemas detectados tras algunas actualizaciones se encuentran los relacionadas con la tarjeta gráfica, que impide una visión nítida de los objetos y del texto sobre la pantalla. En algunos casos se pueden solucionar los fallos efectuando ciertos ajustes pero en otros se requiere una actualización de los drivers de la tarjeta, que aún no están activos. Algunos sufren también con el control del ratón. Y ya no digamos los jugones, que se quejan de que muchos de los juegos que utilizaban en su equipo, ahora no trabajan.
Recurrir al Centro de Compatibilidad
Tras examinar los requisitos del sistema Windows 8.1, apuntados anteriormente, es conveniente, mas bien obligatorio, acceder al Centro de Compatibilidad que ofrece Microsoft con el fin de averiguar si es posible proceder a la actualización. Sólo hay que pulsar sobre el enlace Examinar el equipo, para así saber que las aplicaciones y los dispositivos funcionan correctamente. Si todo va bien, ya podemos pulsar sobre Actualizar a Windows 8.1. Si antes de llevar a cabo la actualización, aún tienes dudas sobre la compatibilidad de determinado dispositivo, puedes utilizar el buscador incorporado en la página para recibir información.
Siempre que se produzca una actualización de una versión del sistema operativo Windows es conveniente el seguir los pasos aquí reseñados, de esta forma nos evitaremos disgustos. Está claro que habrá que recurrir a los requisitos del sistema y al centro de compatibilidad correspondiente al sistema lanzado en ese momento.